Su obra explora el retrato como género a partir de la investigación de fotografías vinculadas a la moda editorial, el cine y la cita pictórica. A través de sus personajes, la artista busca investigar los ideales de belleza, interesándose desde una perspectiva pictórica, en la extrañeza de éstos, el manejo de la luz y el cruce entre las artes visuales y la moda. Para ello, se vale de la utilización mínima de recursos plásticos y una rápida factura, utilizando el dibujo, la acuarela y la fotografía, el resultado son imágenes fantasmagóricas que reflexionan sobre la condición humana, el misterio, la vanidad y los ideales estéticos difundidos a partir del siglo XX en adelante.